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Las Cáritas de Marbella reciben la Medalla de la Ciudad en el Día de Andalucía

Publicado: 26/02/2020: 13138

“Por su labor desinteresada, por su esfuerzo constante y por su empeño en ayudar al prójimo” las Cáritas Parroquiales de Marbella reciben en el Día de Andalucía, el 28 de febrero, la concesión de la Medalla de la Ciudad, junto a otras entidades como Horizonte Proyecto Hombre y el Rotary Internacional, en un acto que tendrá lugar en el Teatro Ciudad de Marbella.

Este reconocimiento ha sido recibido con mucha ilusión y gratitud por parte de todas las personas que componen las Cáritas de Marbella. «La verdad es que el Ayuntamiento se muestra siempre muy dispuesto a la colaboración. Agradecemos mucho este gesto y esperamos que su sensibilidad siga creciendo de ahora en adelante porque la responsabilidad de las administraciones públicas es fundamental para conseguir acabar con la exclusión social», comenta la coordinadora arciprestal de Cáritas, Mercedes Agüera.

Distribuidas a lo largo y ancho de todo su territorio, Marbella cuenta con siete Cáritas Parroquiales: Divina Pastora, Ntra. Sra. de la Encarnación, Virgen Madre, Santo Cristo del Calvario y Virgen del Carmen, además de Virgen del Rocío y San Pedro de Alcántara, presentes en la localidad con el nombre de esta última. Siete espacios donde la Iglesia abre sus puertas a los más pobres y donde no cabe ningún tipo de distinción por motivos de ideología, raza o género. Lugares cercanos y acogedores donde centenares de personas acuden en busca de alguien que les escuche, les atienda, les asesore y les ofrezca esa ayuda tan necesaria que les permita cubrir las necesidades más básicas para ellos y sus familiares.

Francisco Javier Sánchez, sacerdote delegado de Cáritas en la zona, destaca el buen hacer de los equipos y la gran coordinación existente entre todas las parroquias en aras de ofrecer el mejor servicio a los más necesitados. «Están muy cerca las unas de las otras, no solo por la ubicación, sino por la unidad con la que abordan su tarea. Al estar en zonas de mucho tránsito, para ellos es muy importante tener criterios unificados que les permitan ofrecer las mismas respuestas, independientemente del barrio en el que se encuentren», afirma el delegado. «También cabe resaltar que en los últimos años se ha avanzado mucho en materia de sensibilización y en el sentimiento de pertenencia a Cáritas de toda la comunidad», añade.

El motor de las Cáritas Parroquiales

Los 80 voluntarios presentes en estas siete parroquias son el alma y motor de Cáritas en cada comunidad parroquial, trabajando gratuitamente al servicio de los más desfavorecidos, intentando ofrecerles, desde la cercanía, un acompañamiento personalizado e incondicional que ayude a mejorar la situación a unas 1.500 personas cada año, aproximadamente, en su mayoría (en torno a un 70%) con rostro de mujer.

Preocupa especialmente entre ellos la situación de casi 600 personas que llevan siendo acompañadas más de tres años, no logrando salir del círculo de pobreza y exclusión en el que se encuentran, en buena parte debido a la inestabilidad y precariedad del empleo, que afecta al 42% de los atendidos, o a largos periodos de desempleo, en el caso del 31%. Otros dos graves problemas a los que se enfrentan es la falta de formación básica de las personas acompañadas (42%) y la escasa prestación social que alcanza solo a un 33% y que además es insuficiente para cubrir sus gastos.

Para poder ayudar a quienes cada día acuden en busca de ayuda, en los últimos años, las Cáritas han venido ofreciendo unas 1.200 respuestas o intervenciones de muy distinto tipo. Entre ellas destaca la escucha y el asesoramiento, ya que la primera necesidad de estas personas suele ser la de encontrar a alguien con quien poder compartir parte de su carga para hacerla más llevadera.

Además de atender las necesidades más comunes de la población autóctona, al tratarse de una ciudad muy conocida por el turismo y la prosperidad, reciben cada día una gran cantidad de inmigrantes, que llegan con el sueño de encontrar un futuro mejor para ellos y sus familias. Sin embargo, la realidad con la que se encuentran, bastante distinta a la imaginada, les conduce a una situación precaria. Esta situación provoca que la cifra de población inmigrante atendida se sitúe en un 63.6% del total, un número muy por encima de la media de la diócesis (43,8%).

Especial preocupación despiertan también los problemas que ocasiona el alto precio de la vivienda o la escasez de oferta. En buena parte de los casos, las familias atendidas tienen que dedicar hasta el 85% de sus ingresos al pago de hipotecas o alquileres. En el último balance anual más de 150 personas recibieron ayuda de la institución para hacer frente a estos pagos.

Casa de acogida para mujeres embarazadas “Virgen Madre”

En respuesta al desamparo familiar y de pareja que sufren algunas mujeres gestantes, surge en el año 2006 la Casa de Acogida Virgen Madre, un recurso destinado a ayudar y apoyar a aquellas mujeres embarazadas que, a pesar de enfrentarse a graves dificultades económicas, familiares y psicológicas, desean tener a su hijo. La casa es la expresión de un compromiso activo y concreto por la defensa de la vida, donde las futuras madres y sus hijos, una vez nacidos, viven con libertad, aceptando de forma responsable las normas de convivencia establecidas. Desde sus inicios es el arciprestazgo Estepona-Marbella quien se encarga de su funcionamiento, gracias a la colaboración de un amplio equipo de voluntarios y al apoyo de Cáritas Diocesana.

Cáritas Diocesana

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