LAMENTACIONES. Comentario al evangelio del 20 de enero de 2021

Rvdo. D. Damián Ramírez
Todos nosotros conocemos ese tipo de personas inconformes que siempre se están lamentando. No son felices y tampoco soportan que los demás lo sean.
En el evangelio de hoy aparece esta situación.
Ante un hecho tan prodigioso, no todos agradecieron o comprendieron a Jesús.
Hoy aprendemos dos cosas:
1. Con los inconformes nunca vamos a quedar bien aunque, nuestro comportamiento y forma de actuar sea intachable. Habrá algo que descubran en nosotros, simplemente para echárnoslo ene cara.
Eso fue lo que hicieron los fariseos y herodianos con Jesús.
2. Hay enfermedades espirituales más graves que las físicas. Aquellos del evangelio tenían su corazón paralizado.
Ya lo decía S. Juana Pablo II: “la peor prisión es un corazón cerrado al no ser capaz de amar, pensando solo en lo negativo”.
Pidamos hoy al Señor que abra nuestro corazón. Porque un corazón abierto y enamorado de Dios sabe hacer siempre el bien y se alegra cuando alguien más lo está haciendo igualmente.
¡Dios te bendiga¡