Y es que, los dos monumentos más importantes de El Burgo son el convento Carmelita de la Virgen de las Nieves y la Iglesia de la Encarnación. Actualmente, solo se conservan las ruinas del monasterio, pero escribió una página imborrable en la historia de la Serranía de Ronda. El origen de estos lugares conocidos como Desiertos, se sitúa hace aproximadamente cinco siglos, y eran espacios situados en lugares recónditos, de gran belleza paisajística, a los que acudían los ermitaños con el fin de desarrollar una vida de oración y penitencia. Posteriormente se fue ampliando durante los siglos XVII y XVIII, hasta convertirse en lo que conocemos hoy día.

Según la obra del que fuera  sacerdote de la Diócesis de Málaga, Rafael Gómez Marín,  “geografía de la Iglesia de Málaga”, «la ermita dedicada a la Virgen de las Nieves, estaba situada a una legua del pueblo, era muy pequeña y sus paredes estaban llenas de exvotos. El primer ermitaño que habitó en esta soledad fue Pedro Pecador, nacido en Ubrique en 1500, que habitó en una choza cerca de la Virgen… pero pronto su fama se extendió por la zona».

Tras diferentes avatares históricos, continúa Gómez Marín «el entonces obispo de Málaga, García de Haro, ofreció a los Carmelitas Descalzos el cuidado de la ermita. Y ya con la desamortización de 1835 la imagen de la Virgen de las Nieves se traslado a la parroquia y fue proclamada patrona del pueblo en 1870».

Por su parte, la parroquia de Santa María de la Encarnación, declara Bien de Interés Cultural  fue  construida en el siglo XVI sobre una antigua mezquita y es de estilo gótico mudéjar. El templo consta de tres naves separadas por pilares achaflanados con arcos apuntados con alfiz, y armadura de madera en la parte central recubierta con bóveda de medio cañón renacentista. El edificio que sufrió diferentes reformas en los siglos XVII y XVIII, tuvo que ser clausurado en 1980 y fue entonces cuando, según afirma el sacerdote Rafael Gómez Marín, «se da en el pueblo todo un proceso de solidaridad promovido por Carmen Canto Florido y Juan Martín Oliva. En 1992, siendo D. Fernando Sebastián administrador apostólico, bendijo el templo parroquial que llevaba 20 años cerrado».

Como afirma el párroco de la localidad, José Manuel Bacallado, «este hermoso pueblo, bañado por el río Turón, cuenta además con otro templo en las medianías del casco antiguo. Preside su bello retablo San Agustín, patrón de todos los burgueños y burgueñas y que da nombre al templo. A mitad del siglo XX se construye esta edificación con techumbre neomudejar y planta de salón. El Burgo, un lugar no solo que visitar sino al que volver».

El Ayuntamiento de El Burgo

El Burgo en la Diputación de Málaga