Fray Alonso de Santo Tomás, OP

1664 - 1692

Reseña:

Nació en Vélez-Málaga (Málaga) el 9 de Junio de 1631. Al fallecer sus padres pronto fue acogido y educado por su tío, el obispo D. Antonio Enríquez.


Ingresó en la Orden de Santo Domingo, donde profesó el 29 de Abril de 1648. Acabó sus estudios en Salamanca, y fue elegido Prior del Convento Dominico perchelero de Málaga, y en 1658 Provincial de Andalucía.


Apreciado por el rey Felipe IV, lo propone para Obispo de Osma; y aunque él se negara, acepta por obediencia. Consagrado obispo en Málaga el 16 de Abril de 1662, hizo su entrada en Osma (Soria) el 12 de Junio de 1663. Poco después, fue trasladado de Obispo a Plasencia (Cáceres), el 15 de Octubre de 1664 es proclamado Obispo de Málaga, haciendo su entrada el 24 de Diciembre.


En Junio de 1767 inicia la visita pastoral a la diócesis.


En unión con el Cabildo Municipal estudiaron las medidas a tomar las horrendas catástrofes que provocaban las grandes inundaciones del río Guadalmedina, sobre la ciudad.


Mandó construir en 1669 El Retiro de Santo Tomás del Monte en terrenos de Churriana, donde reposaba, incluso donde descansaban personajes ilustres como el mismo Velásquez que le dio unos cuadros para la decoración.


Participó en las celebraciones por las canonizaciones de San Pedro de Alcántara, San Francisco de Borja, San Pascual Bailón, San Juan de Capistarno, San Juan de Sahagún y la beatificación de Rosa de Lima, entre 1669 y 1691.


Mantuvo y dio auge al Colegio de Clérigos Menores de Santo Tomás de Aquino, que sufrieron diversas convulsiones y problemas de ubicación, pero Fray Alonso los dejó tranquilos en 1673; y promovió la fundación del Hospital de San Julián.


En 1677 socorrió generosamente a la ciudad de Orán hundida por la invasión de la peste, que también, habiendo pasado a Cartagena y Murcia, temía que pudiera también llegar a Málaga; y en 1679 llegó la peste, y para asistir a los enfermos vinieron los hermanos de San Juan de Dios, en manos de los cuales entregó Fray Alonso el Hospital Real. También estuvo atento y preocupado por ayudar, con motivo del terremoto del 9 de Octubre de 1680, que produjo muchas víctimas y derribó muchas casas.


Un hecho notable durante su prelatura fue la celebración del Sínodo Diocesano los días del 21 al 27 de Noviembre de 1671, como dice Fray Alonso: “Convocado porque se han introducido diferentes abusos, corruptelas, y otras costumbres disonantes”. En el que se aprobaron una serie de Constituciones recogidos en cinco libros: 1.-En torno a la Fe Católica, el Clero, el Culto Divino, etc., 2.-Celebración y recepción de los Sacramentos, 3.- Los Lugares sagrados y de culto, modo de guardar las fiestas, etc., 4.- Procedimientos y Juicios eclesiásticos, 5.- Penas eclesiásticas, Aranceles, y fueron editados en un volumen impreso en la ciudad de Sevilla.


Su fecunda obra y vida se fue apagando por enfermedad, trasladándose a la comunidad dominica del convento de Santo Domingo. Y falleció el 30 de Julio de 1692, siendo enterrado en el Real Convento.


Tiene dedicada una Calle en Málaga, en la zona de Monte Dorado.