Francisco de Mendoza y Rivera

1623 - 1627

ReseƱa:

Nació en Santa Olalla (Toledo) en Noviembre de 1573 .


Hizo sus estudios en el Colegio Mayor de Cuenca en Salamanca. Y siendo ya sacerdote se doctoró en Derecho Canónico en la Universidad de Salamanca. Después fue canónigo en Toledo, Inquisidor en Salamanca y Consejero de la Suprema Inquisición en Toledo.


El rey Felipe III lo presenta, en 1616 para la diócesis de Salamanca, y fue consagrado obispo en Madrid el día 22 de Enero de 1617. Y el 17 de Marzo de 1621 pasa a regentar la Diócesis de Pamplona, donde destaca la gran fiesta que se celebró allí con motivo de la canonización del navarro San Francisco Javier en 1622.


El 10 de Abril de 1622 es propuesto como Obispo de Málaga, haciendo su solemne entrada en la ciudad el 2 de Abril de 1623.


Una de sus primeras preocupaciones fue la defensa de la ciudad, atacada con frecuencia por piratas berberiscos que causaban graves daños y hacían esclavos a centenares de hombres del campo y de la mar, y así hizo construir en 1624 y 1625 baluartes costeros, bien pertrechados de artillería y armó ocho carabelas para combatir a los corsarios.


También actuó en 1623 para la desaparición de las mancebías, que se habían convertido en casas de degradación humana y degeneración de la mujer.


En Marzo de 1624, recibió con toda la ciudad la visita real de Felipe IV, y le acompañó en su visita a la Catedral y al Santuario de Nuestra Señora de la Victoria. Y en 1625 firmó la fundación del convento de madres Agustinas.


En el 26 de Enero de 1626, se volcó económica y personalmente en ayudar a las numerosas personas que sufrieron una terrible inundación al desbordarse el río Guadalmedina, que destruyó muchos edificios y más de quinientas personas perecieron.


El 17 de Abril de 1927 toma posesión de la Diócesis de Plasencia (Cáceres), quedando Málaga como sede vacante. Allí estuvo hasta 1631, en que renunció a su cargo, retirándose a su pueblo de Santa Olalla (Toledo) buscando el descanso.  Y aún, en 1632, pasa a ocupar la tarea de gobernador del Arzobispado de Toledo, regido por el Cardenal Infante. Pero su estado de salud empeora poco a poco, hasta que fallece en Madrid el 22 de Octubre de 1634, y es sepultado en la iglesia de San Julián de su pueblo Santa Olalla (Toledo).


Tiene dedicada una Calle en Málaga, en la zona de La Mosca.