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«Paciencia, que hay vida después de un semáforo»

Antonio Sánchez, Regina López y José Luis Pastor
Publicado: 01/07/2020: 14233

Jornada Responsabilidad en el Tráfico

Coincidiendo con el inicio de los desplazamientos vacacionales, el primer domingo de julio celebramos la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico. En fechas cercanas al día de san Cristóbal, patrón de los conductores, el Departamento de la Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal Española propuso reflexionar sobre “El transporte y la movilidad: creadores de trabajo y contribución al bien común”.

Un lema muy sugerente para Antonio Jesús Sánchez Reina, miembro de los grupos de vida de la parroquia Divina Pastora de Málaga, padre de tres hijos y conductor de la Empresa Malagueña de Transportes, EMT, pues “el transporte y la movilidad son ejes estratégicos para un país. Tanto el transporte de personas como el de mercancías es fundamental en esta sociedad de servicio en la que vivimos. Durante la pandemia se ha visto profundamente afectado, como muchos sectores de la economía. No podemos olvidar a las miles de familias que se han quedado sin trabajo, y a las condiciones extremas en las que trabajan muchas personas en el sector del transporte. Y es que, toda actividad económica debe colaborar al bien común, nada es ajeno y, en este sentido debe ir nuestro trabajo”.

José Luis Pastor González es sacerdote diocesano y arcipreste de Ronda y Serranía. El lema elegido para este año a él le recuerda “que, en este tiempo de pandemia que estamos viviendo, la movilidad ha hecho y hace posible que recibamos tantos y tantos beneficios para nuestros hogares: tanto en alimentación, como en tantas compras que se han realizado por Internet. Y también supone para mí una llamada de atención a la responsabilidad que tenemos sobre cómo hacemos nuestros desplazamientos para que sean responsables y ecológicos; velando por los demás, a la vez que velamos por el medio ambiente, el gasto energético que hacemos y el impacto que tiene en la casa común, como nos dice el papa Francisco”.

Regina López Castilla es gestora, esposa, madre de cuatro hijos, y miembro del Movimiento de Apostolado Familiar San Juan de Ávila. Su marido, Raúl es natural de Zaragoza, por lo que la movilidad familiar en verano es muy importante para ellos. Regina destaca “la gran aportación del transporte a nuestra vida, que se hecho patente con más fuerza durante el confinamiento, pues nos ha permitido tener al alcance los productos de primera necesidad. Una profesión muy dura a la que casi nunca se le da el reconocimiento que tiene, y con muchos condicionantes familiares para quienes trabajan en ello. Con respecto a la búsqueda del bien común, me acuerdo de mi abuela que siempre decía que en el volante se conoce al caballero, y a la señora, porque es una buena oportunidad para ser buen ciudadano, respetar a los demás y educar a los hijos en el respeto y en el cumplimiento de unas normas que, aunque a veces nos puedan parecer absurdas, si todos las cumplimos, el bien para la sociedad es inmenso”.

Un verano distinto

“Este verano va a ser especial”, afirma nuestro conductor de la EMT, quien aprobó su carnet de profesional de autobús un verano, concretamente un 16 de julio, fiesta de la Virgen del Carmen.  “Otros años hemos pensado en viajar en tren, en avión o incluso en barco, pero yo creo que este verano cogeremos más el coche. Por eso, debemos de ser responsables y planificar bien el viaje, descansar, no tener prisas por llegar y, por supuesto, no beber nada de alcohol para conducir después. Porque, cuando tienes un vehículo en tus manos, también tienes en tus manos la vida de la gente que llevas dentro y la de los que viajan alrededor, no podemos olvidar que vivimos con-otros”, añade. 

Regina y su familia sabe bien lo que es planificar un verano en coche pues “siendo yo malagueña, mi marido, Raúl, natural de Zaragoza y su familia de un pueblo de Teruel, el coche se convierte para nosotros, en verano, en una herramienta esencial para poder visitar a la familia, sobre todo a la que vive en San Martín del Río (Teruel), donde es difícil llegar en transporte público. El coche nos ayuda a conservar los lazos con nuestras raíces”, explica Regina.

Por cierto, viajar en transporte público también será distinto este verano. Antonio Sánchez destaca dos claves: “el uso de la mascarilla, que es obligatoria y lo seguirá siendo en los próximos meses, y evitar viajar en las horas punta  para que no se formen aglomeraciones, porque los aforos de los autobuses también son menores, y hay que hacer uso de ellos con sentido común y seguridad”.

500 kilómetros a la semana

El cuenta kilómetros del coche de José Luis Pastor cuenta cada semana una media de 500. “Dentro de mi tarea pastoral como arcipreste de la zona está el moverme por los 35 pueblos que forman el arciprestazgo. Es una zona extensa de la provincia, con unas carreteras un tanto complicadas. Recientemente nos han asfaltado la carretera hacia Málaga. Moverme con responsabilidad por la carretera es para mí importante por dos razones. En primer lugar, porque me permite conocer a la gente, tanto en los lugares en los que haces una parada por el camino, como en los lugares donde llegas como destino. En segundo lugar, porque es parte de mi tarea pastoral: aquí nos conocemos todos y si el sacerdote es responsable conduciendo pues también la gente es responsable conduciendo. La gente conoce tu coche y sabe quién eres y por ello tienes esa responsabilidad”.

José Luis Pastor recorre una media de 30.000 km al año, pero lo combina con un sistema híbrido que nos cuenta así: “por un lado, utilizo el vehículo, que tiene ahora mismo 4 años y medio y 120.000 kilómetros pastorales y, por otro lado, utilizo una bicicleta eléctrica plegable con la que me muevo, tanto en Málaga como en Ronda. Es una forma también de amortiguar el impacto sobre el medioambiente. Hacer 102 km en bicicleta eléctrica desde Ronda a Málaga, lo veo inviable, pero en las distancias cortas, es una buena opción”.

La clave de la responsabilidad

¿Cuál es la clave de la responsabilidad en el tráfico para nuestros tres conductores?

Para Antonio es “la misma que en la vida ordinaria, pensar en los demás. Tanto si conducimos como si viajamos en un transporte, la clave está en pensar en el otro: en el que va fuera y en el que va dentro. Quienes estamos tantas horas en la carretera sabemos que es importante anticiparnos para ir evitando accidentes. Y otra clave es preparar bien el viaje, ir descansados, hacer las paradas necesarias y revisar antes el coche. El tráfico puede ser una fuente de estrés y ansiedad, así que hay que gestionarlo bien. Y los cristianos, también rezar un poquito en esos momentos en los que la situación te supera porque hay vida después de un semáforo que tarda unos segundos más”.

José Luis Pastor añade otra clave más: “la prudencia. Respetar siempre las señales y ser prudentes porque, no por correr más vamos a llegar antes a los sitios”.

Para Regina, una de las claves más importantes es la humildad, "que en nuestro mundo no está muy bien vista, pues se asocia una persona humilde con una persona tonta, pero nada más lejos de la realidad. Una persona humilde es aquella que reconoce cuál es su circunstancia, cuáles son sus capacidades y cuáles sus limitaciones. Y una persona que sabe esas limitaciones, sabe que en el tráfico no es inmune a la posibilidad de un accidente, de un despiste… y es capaz de reconocer que no está por encima de los demás, ni por encima de las leyes. Esto último es muy importante, ser conscientes de que las leyes de tráfico son necesarias para la seguridad de todos. Y otra clave es la educación. Una persona que se ha educado desde pequeña en la responsabilidad, va a ser responsable también en el tráfico. Nosotros, que hacemos viajes largos, aprovechamos para que vayan aprendiendo las normas de tráfico y el respeto y la responsabilidad en la carretera. Es más, hay que decir que, en cuanto te pasas 5 km de la velocidad permitida te lo están recordando, los niños son mejores que cualquier radar: 'mamá que vas a 125 km'".

Oportunidad para rezar

Las horas en el coche, también dan a la familia la oportunidad de rezar juntos y compartir diálogo. “Siempre rezamos al salir de viaje, aunque sea un viaje corto, a nuestras otras raíces, que están en Cómpeta. Damos gracias a Dios por el día y le pedimos que nos acompañe en el camino y aprovechamos para hacer oración. Alguna vez también hemos rezado el rosario. También aprovechamos para escuchar música, a los niños les encanta, y presentarles las canciones que a nosotros nos gustaban en nuestra adolescencia y juventud. Y también aprovechamos para el diálogo. Algunos de mis hijos son muy preguntones y el coche es un momento estupendo para preguntar cosas sobre historia, ciencia o cualquier idea peregrina que se le cruce por la cabeza y que nos ayude a tener conversaciones en familia muy enriquecedoras”.
 

Encarni Llamas Fortes

Encarni Llamas Fortes es madre de tres hijos. Periodista que desarrolla su labor profesional en la Delegación de Medios de Comunicación de la Diócesis de Málaga. Bachiller en Ciencias Religiosas por el ISCR San Pablo.

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