NoticiaLiturgia Palabra de Dios: Evangelio y lecturas del 9 de octubre Publicado: 01/10/2024: 227052 Lee la Palabra de Dios que la liturgia nos ofrece el 9 de octubre. Primera lectura Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 2,1-2.7-14: Hermanos: Transcurridos catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también a Tito. Subí por una revelación. Y les expuse el Evangelio que predico entre los gentiles, aunque en privado, a los más cualificados, no fuera que caminara o hubiera caminado en vano. Todo lo contrario, vieron que se me ha encomendado anunciar el Evangelio a los incircuncisos, lo mismo que a Pedro a los circuncisos, pues el mismo que capacita a Pedro para su misión entre los judíos, me capacita a mí para la mía entre los gentiles; además, reconociendo la gracia que me ha sido otorgada, Santiago, Cefas y Juan, considerados como columnas, nos dieron la mano en señal de comunión a Bernabé y a mí, de modo que nosotros nos dirigiéramos a los gentiles y ellos a los circuncisos. Solo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, lo cual he procurado cumplir. Ahora bien, cuando llegó Cefas a Antioquía, tuve que encararme con él, porque era reprensible. En efecto, antes de que llegaran algunos de parte de Santiago, comía con los gentiles; pero cuando llegaron aquéllos, se fue retirando y apartando por miedo a los de la circuncisión. Los demás judíos comenzaron a simular con él, hasta el punto de que incluso Bernabé se vio arrastrado a su simulación. Pero cuando vi que no se comportaban correctamente, según la verdad del Evangelio, le dije a Pedro delante de todos: "Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como los judíos, ¿cómo fuerzas a los gentiles a judaizar?". Salmo de hoy Salmo 116,1.2 R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio Alabad al Señor, todas las naciones, aclamadlo, todos los pueblos. R/. Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre. R/. Evangelio del día Lectura del santo evangelio según san Lucas 11,1-4 Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos». Él les dijo: «Cuando oréis decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación"».