Era el año 1962. Tras infectarse la mayoría de alfarnateños, se acudió con fe a la protección de la Virgen de Monsalud.

El tifus se extendía por todas las casas del pueblo sin encontrar remedio a las altísimas fiebres y dolores que padecían los enfermos. La parroquia estuvo en vanguardia a la hora de lanzarse a socorrer a cada familia. En el ambiente humilde y pobre de aquellos años, los feligreses guiados por el párroco Don José Jaime Arrebola,  se dirigieron sobre todo a las familias más pobres, e intentaron ayudar en todas las necesidades de las personas enfermas con comida y medicinas. En todas las casas del pueblo había uno o más enfermos.

Obviamente, el plano espiritual no iba a quedar sin atender en aquellos días difíciles. Y ante la gravedad de la epidemia, y las malas noticias que llegaban por parte de los médicos ocurrió el milagro: contra todo pronóstico, nadie murió de tifus. Los alfarnateños vieron presente la mano de su Madre del cielo, a la que se encomendaron en masa.

Y es por eso que unos meses después de la curación total de los enfermos, y la desaparición de la epidemia comenzó a aparecer la idea de agradecer esa protección con algún gesto por parte de todo el pueblo. Así surgió la coronación litúrgica de la imagen de la Virgen. Todo estuvo organizado por el párroco, D. José, ayudado de manera cercana y constante por el sacerdote D. Manuel Gámez, que visitaba mucho Alfarnate. Pero la generosidad de los alfarnateños no se contentó con ofrecer una corona a su Patrona, sino que también le ofrecieron un nuevo trono, cetro y manto.

La solemne ceremonia se celebró el domingo 13 de Septiembre del año de 1964, en la plaza de la Iglesia. Fue presidida por el entonces Vicario General de la diócesis, D. Francisco Carrillo Rubio. Asistieron a la Eucaristía posterior unos diez sacerdotes, acompañados de varios seminaristas. Cincuenta damas vestidas de mantilla acompañaron a la Virgen en este acto, así como la banda parroquial de cornetas y tambores, un grupo de 60 niñas vestidas con traje alfarnateño, autoridades civiles y militares, y todo un pueblo encendido de fervor, que no podía sino llorar de emoción ante tal muestra de agradecimiento.

Cuentan las personas que estuvieron presentes en aquella celebración, que nunca Alfarnate había vivido un acto igual que manifestara de una forma tan clara la devoción de todo un pueblo por su Madre de Monsalud. Todos ellos habían sufrido en sus carnes el dolor y el sufrimiento de aquella epidemia. Muchísimos de ellos habían visto de cerca la muerte, y ahora veían como se podían unir a la acción de gracias del pueblo a su patrona.

Por eso, este año Alfarnate quiere renovar su voto de agradecimiento, cincuenta años después de aquella coronación que, si bien no fue canónica, sí que tuvo todos los elementos que hacen de ella un signo vivo de amor y devoción filial por la Virgen Santísima. Alfarnate este año se vuelca en actos para celebrar este acontecimiento, que tendrá su cumbre en la Eucaristía del sábado 13 de Septiembre, a las 18.30 de la tarde en la plaza de la Iglesia, y en la posterior procesión solemne.

Actos y cultos con motivo del 50 aniversario de la Coronación de la Virgen de Monsalud

-Hasta el 11 de septiembre tiene lugar el triduo en la ermita de la Virgen, a partir de las 20.00 horas; a su conclusión traslado hasta la parroquia de la imagen de la patrona, durante el recorrido tendrá lugar el rezo del Santo Rosario.

-El día 12 de septiembre la Eucaristía comienza a las 12.30 horas; por la tarde, a las 19.00 horas, llegará el turno de la ofrenda y a las 21.00 horas un concierto de la Banda Municipal de Música del Rincón de la Victoria, donde será estrenada la marcha 'Mons Salutis'.

-La agenda continúa el 13 de septiembre a partir de las 18.30 horas con la solemne Eucaristía de aniversario de coronación en la plaza de la Iglesia, presidida por el cardenal Sebastián; a continuación comenzará la procesión de la Patrona por las calles de Alfarnate, concluyendo en la ermita.